Jorge Molina
pintor - muralista - fileteador

El barrio, les amigues, la familia, los amores, las pasiones… pinto eso, son mi universo creativo.
Con mis pinturas, filetes y murales recorrí muchas ciudades, conocí mucha gente: Buenos Aires, La Habana, Ginebra, Gand, Paris, Madrid, Mendoza, Clermont-Ferrand, Albi, Dublín, Córdoba, Toulouse y otras. En cada ciudad dejé algo de mi barrio, de mis amigos, de mis pasiones…, y me traje algo de la gente y de los lugares que conocí, así funciona esto, llevando, trayendo, intercambiando, conociendo y haciendo conocer,  compartiendo... y gracias a todo esto comprendí qué es el “arte popular”: es el arte que nos pertenece, nos sensibiliza, nos incluye, es nuestro y no necesitamos ser especialistas para sentir que nos transforma, que nos interpela… Frente al poder de las elites, el esnobismo, los apropiadores e impostores, los manipuladores y mercenarios del arte para pocos; frente a los que hacen del arte una herramienta más de la opresión y el egocentrismo neoliberal, decidí oponerme con la fuerza de mis pinturas y mi capacidad de organizar actividades artísticas públicas, callejeras, solidarias, inclusivas y populares como por ejemplo “murales participativos” (con organizaciones sociales, para jóvenes de escuelas secundarias, para centros culturales, etc,) “La montgolfière molina” (una galería de arte ambulante que recorrió muchas ciudades del país y del exterior), los proyectos “Lilou” y “Murales a diario” (que invadieron las calles de Rosario)  y “Les músiques del Tri” proyecto de murales y exposiciones con el que recorrí Francia creando lazos artísticos y solidarios con la Orquesta del barrio Triángulo. Soy consciente que esta actitud quizá sea mínima y que no le importará a casi nadie, pero es lo que puedo hacer con mis cosas y a mi escala…En definitiva, estoy convencido de que el arte popular nos hace libres si no, es una mentira.